Cuando Neil Armstrong pisó la luna por primera vez, dijo su famosa frase “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”.
Pero para la mayoría de nosotros, lo realmente importante es que el paso sea grande para nosotros mismos, aunque la humanidad ni se entere. Tu única preocupación debería ser mejorar con respecto a tu antiguo yo, que es tu verdadero punto de referencia.
Además si te mejoras a ti mismo cada día, acabarás mejorando también a los demás. Y quién sabe, probablemente no vas a pisar nunca la Luna pero puedes acabar teniendo un impacto similar o aún mayor en la vida de los demás. Eso sí, siempre en este orden: primero tú y a partir de ahí ya veremos.