Todo el mundo debería pasar por la experiencia de moverse por la ciudad un día entero con alguna discapacidad. Por ejemplo en silla de ruedas, o con los ojos vendados, o como mínimo, con un cochecito de bebé.

Por suerte mi caso ha sido el último (el cochecito) y además temporal (aunque temporal en este caso hayan sido varios años por “concatenación de bebés”) pero esto no quita que casi cada día llegase cabreado a casa/guardería debido a la media hora de interacción con el resto del mundo y los medios de transporte públicos.

Coches que aceleran cuando te ven acercándote al paso de cebra (no sea que tengan que pararse para dejarte pasar!), gente que ocupa los espacios para cochecitos del tren/bus, que se aprovecha de tu movilidad reducida para colarse delante tuyo al entrar / salir, que no se mueve medio metro a la derecha para facilitarte las maniobras,…

La mayor parte de las veces son simples detalles nimios para ellos pero que eran importantes para mí. Como prefiero no pensar que el 80% del mundo es un conjunto de gilipollas sin corazón he llegado a la conclusión que el problema es que no son conscientes de sus actos. Como no han pasado por mi situación (o repito, aún peor, por la situación del qué va en silla de ruedas, con bastón,…), o fue ya hace mucho tiempo y no se acuerdan, no pueden ponerse en mi piel y reaccionar adecuadamente cuando me ven.

Para solucionarlo, propongo el “día de la empatía”, un día obligatorio (al año? una vez en la vida? en la escuela?) donde la gente pueda experimentar como es la vida de los que tienen algún tipo de impedimento físico. A ver si así con un poco de esfuerzo mejoramos mucho su calidad de vida.

Parece que ahora se ha puesto de moda el vendarse los ojos un ratito imitando al personaje de Sandra Bullock en la película Bird Box. La mayoría lo hace en un entorno controlado y con el único objetivo de grabar algún video que les de sus quince minutos de fama (y a algunos una visita al hospital). Pero algo es algo, espero que como mínimo les sirva para darse cuenta de lo difícil que sería vivir sin poderse quitar la venda y que asi se sensibilizen un poco más.

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